Nota: No me atreví a hacerle la corrección que tal vez merecía el texto. Los que hemos leído a Caicedo acostumbrados estamos a perdonarle libertades de estilo y redacción. La magia está en otra parte.
La tarde se parece a mí
Soy un hombre melancólico
Soy un poeta.
Cuando tenía 12 años fui a mi primera
fiesta y fue cuando me tocó bailar por
primera vez en mi vida. Me fue muy mal.
No me cogió el paso. Me dijo: no le
cojo el paso y me dejó allí. Y yo fresco.
Pero yo ahora pienso
que si me hubiera cogido el paso ahora yo
sería bailarín y no poeta.
Hay gente que puede ser poeta y bailarín
al mismo tiempo.
Pero yo no puedo. Yo soy un hombre melancólico.
Puede ser la luna a mis espaldas.
Andrés Caicedo Estela
No hay comentarios:
Publicar un comentario